Que una piscina muestre el agua limpia y cristalina no solo es cuestión de estética, es imprescindible si no queremos que se convierta en un foco de infecciones.

Pero las piscinas no se mantienen solas. Para que el agua de la piscina esté en perfecto estado necesita de una serie de cuidados periódicos y la aplicación de una serie de productos químicos.

Nosotros vamos a daros las instrucciones necesarias para mantener el agua de la piscina en perfecto estado.

El mantenimiento de la piscina se centra principalmente en tres aspectos: el tratamiento del agua, la filtración y la limpieza.

Tratamiento del agua

1. El pH.

En contra de lo que se cree, el valor del pH es un factor clave en la conservación del agua. Si éste no está perfectamente regulado, el cloro no hace efecto. Muchos de los problemas de algas que sufren muchas piscinas se debe a un desajuste en el pH.

En el mercado existen gran variedad de analizadores de pH: digitales, por coloración, tiritas reactivas, etc. Mide el pH al menos una vez a la semana y asegúrate de que éste se sitúe entre el 7’2 y 7’6.

En función del resultado, deberás añadir aminorador o incrementador de pH en la dosis especificada por el fabricante para el volumen de tu piscina.

2. El Cloro.

La función del cloro en la piscina es la de desinfección, es decir, eliminar los posibles microorganismos como hongos o bacterias que pueda llevar el agua.

Como norma general, el nivel de cloro en el agua se debe situar entre 1 y 1’5 p.p.m. Conviene medir el nivel de cloro al menos una vez a la semana y ajustar la cantidad según las renovaciones de agua. Al igual que los analizadores de pH, en el mercado existen analizadores para medir el cloro libre existente en el agua.

Conviene duplicar la dosis de cloro en caso de lluvia o tormenta, o cuando la piscina haya sido utilizada por muchas personas.

3. Estabilizador de cloro.

El estabilizador es un producto que se añade al agua para prolongar la acción del cloro en la piscina. Evita la rápida evaporación por efecto de los rayos UV.

No es un componente necesario, de hecho no es muy utilizado entre los propietarios de piscina, pero sí es aconsejable utilizarlo en aquellas zonas geográficas donde las temperaturas son altas y el cloro se evapora fácilmente.

El estabilizador de cloro debe añadirse al agua en la dosis recomendada por el fabricante para el volumen de la piscina.

4. Algicida.

La función del algicida es la de prevenir la formación de algas en el agua en superficies de la piscina.

Debe ser aplicada una vez a la semana o cada vez que se añada agua nueva a la piscina.

5. Floculante.

El floculante es un producto que se añade al agua para darle transparencia, ya que “elimina” las partículas que hay en suspensión que provocan turbiedad. Por efecto del floculante, éstas caen al fondo, siendo posible eliminarlas con el limpiafondos.

Productos multiacción.

Existe una gama de cloro llamado multiacción que incorpora en el mismo producto cloro, floculante y algicida. Hay una “leyenda urbana” generalizada de que el cloro multiacción es mucho mejor que el cloro “sin efectos”. Ante esta afirmación decir que no es cierto, el cloro es el mismo, ni mejor ni peor, sólo que contiene otros aditivos.

Ante esto decir que los productos para piscina hay que usar los justos, evitando la sobredosificación. Hay que añadir al agua la dosis indicada por el fabricante según el volumen de la piscina.

La ventaja del cloro multiacción  es que no tienes que ir manipulando diferentes productos, pero se corre el riesgo de estar sobredosificando el agua. Con este compuesto es muy difícil echar la dosis equilibrada de cada producto. Puedes estar tratando el agua con efectos que quizás no necesita. Una misma piscina puede tener necesidades diferentes en cada momento. Un día puede necesitar más cloro y otro día más algicida o floculante.

Lo recomendable es usar los productos por separado y añadir al agua la dosis de producto que necesita en cada momento.

Filtrado del agua.

El tiempo de filtración que necesita una piscina no es algo fijo, sino que depende de varios factores, como la temperatura del agua, el número de bañistas, el caudal del filtro y bomba… Por ejemplo, una piscina que solo se utiliza los fines de semana necesita menos horas de filtración que otra en la que habitualmente se bañan varias personas.

Como normal general, para establecer el horario de filtración que necesita una piscina nos fijaremos en el caudal del filtro y el volumen de la piscina. Dividiendo el volumen de la piscina por el caudal de la bomba obtenemos las horas aproximadas que necesita.

Para una buena filtración, el agua debe pasar por la depuradora al menos una vez al día. Lo ideal son dos recirculaciones del volumen, que es lo mismo que decir que toda el agua de la piscina pase dos veces por el filtro.

Siempre es aconsejable repartir el ciclo de filtración en dos o tres periodos, a ser posible por el día. Por ejemplo, una piscina que por su tamaño y volumen necesite una media de 10 horas de filtración, podemos establecer un horario de 9’00 a 14’00 y de 16’00 a 21’00 horas.

Hay que tener en cuenta que estos datos se corresponden con un filtro limpio. A medida que éste se ensucia, va pasando menos agua por él. Es por lo que se recomienda limpiar la arena del filtro al menos una vez a la semana.

Limpieza.

La limpieza no solo se limita a la limpieza del fondo de la piscina, sino también a la limpieza de los skimmers y de los diferentes componentes de la depuradora (arena del filtro, prefiltro).

Los skimmers son las bocas de succión que se instalan en las paredes de la piscina. Se encargan de recoger el agua para su filtrado. Éstos incorporan una especie de cestillo que recoge cualquier residuo que haya podido caer al agua como hojas, insectos, etc.

Se aconseja limpiar  estos cestillos al menos una vez a la semana y retirar la broza o suciedad que hayan podido recoger. De esta manera se asegura una correcta circulación del agua.

Respecto a la depuradora, tal y como hemos tratado en otros tutoriales, conviene realizar una limpieza de los diferentes componentes al menos una vez a la semana.

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